27/07/2024 Revista estudiantil de La Ibero

La educación en pro de la salud

  • Samantha Hernández García

Síntesis:

La actual pandemia por COVID-19 ha demostrado que lo más importante que debemos conservar para nuestro desarrollo íntegro es la salud. El propósito del presente artículo es manifestar la importancia de una buena educación nutricional como promotora del bienestar integral  de la persona. La salud es un valor que se forja a base de buenos hábitos, comenzando por una adecuada educación que brinde al individuo las herramientas que le permitan llevar una vida sana y plena.

El confinamiento domiciliario y el cese de actividades no esenciales provocadas por el brote del COVID-19, tuvieron como consecuencia una nueva vida sedentaria y resaltaron los efectos de los malos hábitos. Lo anteriormente expuesto enfatizó la importancia de la valoración como herramienta educacional para llevar una vida plena, puesto que no ha sido suficiente el mero conocimiento de las consecuencias que traen los malos hábitos alimenticios en el cuidado propio de las personas. El desconocimiento nutricional es un problema en México que contribuye a la falta de buenas costumbres alimentarias y repercute negativamente en la salud de un gran porcentaje de la población. A lo largo del tiempo se han llevado a cabo estudios de corte cuantitativo y cualitativo que exploran tanto los efectos de una educación nutricional carente como la importancia de una enseñanza íntegra de la salud como valor humano.

Los hábitos son actividades que se realizan de manera regular y dan forma a la vida diaria. Tener buenos hábitos no solamente significa seguir una sana alimentación, sino que también va ligado a la higiene personal, actividad física, salud mental, evitar vicios (i.e drogas, alcohol y tabaco), pero sobre todo, ser conscientes de la dependencia que existe del estado físico del cuerpo humano. Las costumbres son de suma importancia ya que, dependiendo de si son buenos o malos, pueden marcar una gran diferencia entre vivir de manera eficaz y organizada o sufrir problemas de manejo de tiempo o salud. Por ejemplo, si no se tiene el hábito de lavarse los dientes después de comer, con el tiempo pueden salir caries. Para lograr incorporar unos que sean buenos a la rutina diaria de un individuo, se debe ser constante para que dicho hábito se instale en la vida del ser y logre dar fruto. Si desde temprana edad se adquieren buenas prácticas de alimentación y cuidado propio tales como el ejercicio y la higiene, estos se mantendrán en la rutina del individuo a lo largo de su vida y esto le permitirá gozar de una vida plena en bienestar.

Desde tiempos de la antigua Grecia la salud ha sido uno de los elementos más valiosos para mantener al hombre en armonía y sobre todo, sano. Desde que el ser humano se comienza a desarrollar en el vientre materno, los hábitos repercuten en su salud. La Organización Panamericana de la Salud (2017) aclara que el derecho a la salud deberá entenderse como el derecho a disfrutar una variedad de espacios, bienes, servicios y condiciones necesarias para alcanzar el mayor grado de estándar de la salud.

 

Gracias al cuerpo humano, el hombre puede definirse como persona; el primero de todos los valores humanos es la vida misma y la primera obligación que se tiene como individuo es vivir lo más sanamente posible para poder realizar cualquier otra meta relacionada al bienestar o a la felicidad. Esto quiere decir que la salud es sinónimo de bienestar físico, pero no en su totalidad. También es un balance entre lo afectivo y emocional para poder desenvolverse en cualquier ambiente. Por consecuencia a esto, la educación para la salud es la base principal para lograr un proceso de formación de responsabilidad propia del individuo, con el  fin de aprender conocimientos, actitudes y hábitos básicos para la defensa y la promoción de la salud individual y colectiva. (Vicens,1995). Según la Secretaría de Salud, “Quien padece obesidad y sobrepeso en etapas tempranas de la vida, puede sufrir daños en su autoestima, provocando inseguridad o dificultad para relacionarse, ansiedad, depresión y pensamientos negativos.” (IMSS, 2015). Esto remarca las repercusiones emocionales que se pueden derivar de un pobre estado de salud, mostrando que no es sólo un estado físico, sino que también un estado mental.

Actualmente en México la posibilidad de una sana alimentación no es una realidad para todos. En un estudio llevado a cabo por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía en colaboración con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (2018) se plantea que el 44.5% de los hogares en México se identificaron con seguridad alimentaria. En contraparte, el 22.6% presenta inseguridad alimentaria moderada y severa y el 32.9% restante inseguridad leve, mostrando la deficiencia severa que existe en más de la mitad de la población mexicana en cuanto a una alimentación completa.

Muchas personas piensan que el tener una rutina basada en buenos hábitos los hace tener una vida predecible y aburrida, cuando en realidad permite tener un mejor manejo de ella y aumenta las posibilidades de que se tenga éxito en toda meta, ya sea de corto o largo plazo  (Peñaranda,2017). El hombre es un ser digno, por lo cual merece vivir en condiciones óptimas que favorezcan su desarrollo personal de una manera sana. Es un hecho que los hábitos son la base de la vida que se desarrolla. Al educar a las personas en tener buenas prácticas resultará no solo en gozar de una buena salud, sino en mejorar la calidad de vida del individuo. Recordemos que la salud además de ser un valor, es el sostén que nos permite ser mejores día a día. Es importante crear consciencia sobre cómo el autocuidado es un compromiso hacia nuestro cuerpo, mente y alma.

Referencias

1. Hunter, D., Giyose, B. , PoloGalante, A., Tartanac, F.,Bundy, D., Mitchell, A., Moleah,T., Friedrich, J., Alderman, H., Drake, L., Kupka, R., Marshall, Q., Engesveen,K., & Oenema, S. (2017). Las escuelas como sistema para mejorar la nutrición. United Nations System Standing Committee on Nutrition. [Archivo PDF]. https://inee.org/system/files/resources/School-Paper-SP-WEB_0.pd
2. National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases. (2019). Cómocambiar sus hábitos para tener una mejor salud. U.S. Department of Healthand Human Services. https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/alimentacion-nutricion/como-cambiar-sus-habitos-para-tener-una-mejor-salud
3. Instituto Mexicano del Seguro Social.(2015). La obesidad en el menor de edad. Gobierno de México. http://www.imss.gob.mx/salud-en-linea/obesidad-menoredad
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