- Daniel Argumedo Martínez
- Ricardo Díaz
“El simple hecho de prestar atención establece una conexión emocional, en cuya ausencia, la empatía es imposible”
Daniel Goleman
Últimamente se ha puesto en tendencia la frase “conexiones reales” pero, ¿sabemos qué significa en realidad? Empecemos a tratar de descifrarlo.
Esta tendencia inicia con el avance tecnológico, en específico en el sector de las redes sociales. En ellas se proyecta una falsa idea de un “deber ser”, traducido en: (i) el cuerpo ideal, (ii) las vacaciones ideales, (iii) la pareja ideal, (iv) la casa ideal, (v) las amistades ideales. Así me puedo ir con miles de ejemplos más que las redes sociales del grupo de la “F” azul con blanco, nos venden.
A partir de lo anterior, según Notimex “El uso de internet y redes sociales incrementó 18% la depresión y 15% los trastornos de ansiedad en tan sólo 10 años a nivel mundial; mientras que en México, la depresión ocupa el primer lugar como factor discapacitante para mujeres y el noveno para hombres”.
No todo lo que vemos en internet es real, ya que, si bien es cierto que nos muestran una aspiración al ser, no menos cierto es que no sabes el trasfondo y los sacrificios que se tuvieron que hacer para llegar a esa meta. Teniendo esto en mente, las personas buscan ahora salir de esas falsas aspiraciones y se enfocan en la búsqueda de lo “genuino” (por esta ocasión lo entenderemos como sinónimo de real). Buscan personas reales, no las/los/les personas que parecen sacadas de revistas con el fin de poder establecer lo que se le denominará una “conexión”. Esta no es más que poder tener química y no solamente en un sentido afectivo: el ser humano, es por naturaleza, un ser social y es por ello que requiere socializar con otras personas.
Por lo anterior, las personas buscan las denominadas “conexiones reales” con el fin de poder compartir con otra igual a ella su sentir, sus expectativas de vida, momentos, entre otras cosas. El verdadero reto no es solo obtener la conexión, sino cuidarla y hacer que poco a poco, con el paso del tiempo, se forje un lazo de confianza que, en la opinión de este autor, es la base de cualquier relación. Esto se traduce en un compromiso, palabra que se lee un poco agresiva. Sin embargo, es una realidad, porque al hacerlo, las personas entregan parte de ellas a alguien más. Eso genera confianza, pero ahí es donde surge la siguiente cuestión: existe cierto miedo al compromiso.
En realidad, nos da miedo que, si nosotros damos parte de nuestra esencia a otra persona, no nos correspondan de la misma manera o nos abandonen sentimentalmente hablando. Es por ello que algunas personas tienen relaciones “superficiales” enmascaradas de conexiones reales. No comparten lo esencial y lo dejan en un estado que aparenta ser real, una ilusión que es posible gracias a las redes sociales. Esto impide el crecimiento de la relación en todos los sentidos.
Es importante ser conscientes de que cualquier tipo de relación humana, para poder ser “real”, antes requiere sinceridad. ¿Queremos conexiones reales o solo queremos aparentar que las tenemos?
Bibliografía
1. Forbes. (2019) “Internet y redes sociales incrementaron 18% la depresión en el mundo” Disponible en: https://www.forbes.com.mx/internet-y-redes-sociales-incrementaron-18-la-depresion-en-el-mundo/
2. Salvador, J. (2018) “La falsa apariencia en las redes sociales“. Disponible en: https://www.psicologiaflexible.com/es/falsa-apariencia-redes-sociales/