- Rodrigo Ramírez Matuk
Aunque el marketing político no sea una estrategia moderna, su importancia en el contexto contemporáneo es indiscutible y se ha convertido en un factor decisivo en el éxito de las campañas electorales. Su influencia es cada vez más determinante para definir el panorama político y la orientación de la opinión pública.
¿Cuál es realmente la influencia que tiene el marketing político en el electorado? Antes de contestar esta pregunta debemos aceptar que si bien, como seres humanos, adoptamos ciertas creencias, valores y principios morales únicos, en tiempos recientes, estas perspectivas en el ámbito político parecen polarizarse extremadamente hacia posturas etiquetadas como de “izquierda” o “derecha”. Con ello se ignora la complejidad del espectro político y la gama de visiones que existen entre estos dos extremos.
A través del marketing político en redes sociales, los candidatos y los partidos políticos no solo pueden conectar con los votantes a nivel nacional sin necesidad de grandes presupuestos, sino también pueden construir una marca y reputación que distinga al candidato o partido frente a sus competidores, llegando a poder asociar contundentemente colores e incluso palabras con ciertas ideologías políticas.
No debe pasarse por alto que esta estrategia publicitaria se utiliza frecuentemente de manera negativa y contribuye a crear una división radical entre diferentes posturas, fragmentando países enteros. El éxito de estas campañas, que a menudo incluyen mensajes subliminales, puede fomentar que la población desarrolle ciertos estereotipos discriminatorios.
Te sorprendería saber que este tribalismo1 radical de posturas políticas deviene principalmente de la influencia que actualmente tienen los algoritmos en las redes sociales, ya que estos crean posturas definidas en el padrón electoral, mostrando solamente el contenido que las personas acostumbraban a consumir. Por lo que el comportamiento digital del contenido político que se muestra en las redes sociales se convierte en algo absurdo, ya que solamente se incentiva al voto duro y se impide la existencia del pluralismo político.
En la llamada época digital, cada vez es más común la implementación de la palabra “algoritmo”, pero pocos realmente entienden cómo funcionan los mismos y la capacidad que tienen para acomodarse a los gustos de cada usuario.
Los algoritmos de las redes sociales son conjuntos de reglas y cálculos matemáticos utilizados por las plataformas para personalizar y optimizar la experiencia del usuario. Estos algoritmos analizan los hábitos y las interacciones de los usuarios para determinar qué contenido mostrar, buscando maximizar la relevancia y el compromiso personal con el contenido presentado2. Funcionan recopilando y procesando métricas basadas en la historia de navegación, me gusta, comentarios y compartidos del usuario, para presentar noticias y publicaciones que probablemente quiera ver.
Con este funcionamiento y programación, los algoritmos de las redes sociales son capaces de mostrar contenido político de manera precisa al gusto de cada usuario, ya que estos pueden llegar a conocernos mejor que nosotros mismos y mostrarnos el contenido que se adecua a nuestras opiniones. Todo esto, por nuestra huella digital.
El éxito de los algoritmos también genera cierta incertidumbre y plantea dudas entre la población, ya que comúnmente se piensa que todos accedemos al mismo contenido, pero la realidad es que se ajusta a patrones definidos por dichos algoritmos. Este fenómeno podría explicar por qué las posturas políticas se han vuelto más radicales: cada uno ve lo que desea ver, y aquellos con opiniones divergentes sólo tienen acceso a contenidos que refuerzan sus propias perspectivas, todo esto influenciado por los algoritmos y, en el caso que nos concierne, por el marketing político en redes sociales.
Es así que se ha demostrado en múltiples coacciones que aquel que controle los medios y las redes sociales tiene previamente ganada una elección. Un claro ejemplo reciente y comprobable fue en la elección de nuestro país para la gubernatura del Estado de Nuevo León, en el año 2021, en la que, contra todo pronóstico, el candidato por Movimiento Ciudadano, Samuel García, ganó la contienda implementado innovadoras estrategias de marketing político a través de sus redes sociales, revolucionando así la publicidad política mexicana.
De igual forma, en el ámbito internacional han destacado diversas campañas políticas, como la de Donald Trump de Estados Unidos en 2016. Su campaña supo aprovechar al máximo las plataformas digitales para dirigir mensajes personalizados que resonaran con segmentos específicos del electorado. Los algoritmos de Facebook, permitieron a su equipo de campaña micro-segmentar a los votantes, enviando publicidad política altamente personalizada basada en los datos recopilados sobre sus preferencias y comportamientos en línea. Esta estrategia no solo maximizó el alcance y la eficacia de sus mensajes, sino que también facilitó la movilización de sus seguidores y la generación de un fuerte sentimiento de comunidad entre ellos, lo cual fue crucial para su victoria.
Comprender el funcionamiento de esta tecnología lleva a concluir de manera coherente que es realmente alarmante el poder que ejercen los algoritmos de las redes sociales sobre el electorado, sin que lleguemos a dimensionar completamente el posible daño que pueden causar en la polarización del espectro político.
Este fenómeno no solo tendrá repercusiones a nivel nacional, como en el caso de las elecciones presidenciales de 2024. También será interesante observar su alcance internacional, ya que se prevé que este año, más de 4,000 millones de personas en aproximadamente 70 países, incluyendo Estados Unidos, Rusia e India, participen en elecciones.
Contestando la pregunta inicial, la influencia del marketing político en las redes sociales sobre el electorado es innegable y profundamente transformadora. Este fenómeno, amplificado por algoritmos que personalizan y segmentan la información, no solo redefine la interacción entre candidatos y votantes, sino que remodela el espectro político, fomentando polarizaciones extremas y debilitando el pluralismo. Es esencial, entonces, para quienes diseñan políticas y para la sociedad en su conjunto, entender y abordar críticamente esta dinámica para no ser engañados por este tipo de marketing.
Referencias
1. Real Academia Española (RAE), se entiende por tribalismo a la tendencia a sentirse muy ligado al grupo de gente al que se pertenece, y a ignorar al resto de la sociedad.
2. Vizion Interactive. (2024). What is a social media algorithm and how does it work? Vizion. https://www.vizion.com/blog/what-is-a-social-media-algorithm-and-how-does-it-work/