Es evidente que la industria manufacturera y textil ha tenido un impacto significativo en la sociedad contemporánea. Las nuevas tendencias y hallazgos tecnológicos han ocasionado que las industrias que se dedican al sector de la moda crezcan de manera exponencial, lo que ha traído consigo el aumento de relaciones jurídicas en las que forma parte el sector y el desafío de ofrecer una protección cada vez más amplia. En respuesta a esto, surge la necesidad de la existencia de especialistas que comprendan las exigencias de la industria y las respalde con un marco legal, emergiendo así la rama jurídica del derecho de la moda.
Es bien sabido que decir la palabra “brujería” o “wicca” en un grupo puede llegar a despertar diversas opiniones: desde el rechazo, la curiosidad y para algunos, un sentido de vida.
Si bien es verdad que el Poder Judicial en México siempre ha dejado mucho que desear, el actual Poder Ejecutivo Federal no ha ayudado a que dicha situación mejore. Al día de hoy, el Poder Judicial se ha visto atacado desde distintos frentes. Por un lado, desde la Administración Pública, en repetidos ataques e intentos de restarle legitimación al sistema de justicia mexicano; y ahora, por parte del Poder Legislativo en su afán de recortar el presupuesto correspondiente al Poder Judicial.
Como hemos podido notar en estos últimos días con lo que sucede en Palestina e Israel, ha habido un resurgimiento en la islamofobia y los discursos de odio en contra de poblaciones árabes. Los ataques de Hamas son indefendibles, al igual que las acciones de Israel.
El pasado 22 de septiembre se llevó a cabo una manifestación encabezada por el colectivo “Feministas 4T" frente al conglomerado mexicano de medios de comunicación “TV Azteca”. El evento es particularmente relevante debido a que el grupo exigió al tercer hombre más rico de México y dueño de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego, una disculpa pública a la senadora y secretaria general de MORENA, Citlalli Hernández, por el acoso cibernético que el empresario ha ejercido en contra de su físico y género desde hace aproximadamente tres años.
El año de 1968 enmarca uno de los episodios más significativos en la historia moderna de México. El movimiento estudiantil representó una de las primeras manifestaciones de oposición al régimen priísta2. La represión desmedida a las protestas, llevada al extremo con la masacre en la Plaza de Tlatelolco, evidenció la crisis del aparato político mexicano y se convirtió en un trágico capítulo de una larga serie de violaciones a derechos humanos perpetrados por el estado mexicano. Sin embargo, contrario a lo que se podría pensar, este movimiento no fue una muestra aislada en el mundo, representó una fase de la historia que persiguió cambios en la estructura de poder.
En un mundo globalizado, nos encontramos en una encrucijada marcada por una gobernanza deficiente y desafíos que trascienden las fronteras. Existe una amenaza creciente de la que raramente se habla: los crímenes de lesa humanidad en nuestro país. Mientras el gobierno utiliza estrategias de distracción para ocultar la sombría realidad de nuestro país en términos de derechos humanos, cientos de personas se convierten en víctimas de estos crímenes atroces, que abarcan desde tortura hasta exterminio y violencia sexual.
En la tierra de los colores vibrantes y las tradiciones arraigadas, México enfrenta una sombra desgarradora que persiste en los rincones más oscuros de nuestras comunidades: la trata de personas. Este crimen atroz no conoce fronteras, afectando de manera desproporcionada a niñas y mujeres, despojándolas de su dignidad y derechos fundamentales. Es crucial destapar esta realidad incómoda, mirarla de frente y comprometernos a erradicarla. Este llamado a la acción es un eco urgente para tejer un futuro donde la libertad y la justicia sean inquebrantables.
Hace unos días escuché a la politóloga Denise Dresser cuestionar, en un video en sus redes sociales, si la llegada de dos candidatas a la Presidencia de la República, implicaba un triunfo para la lucha feminista en México. Dresser afirma que no necesariamente. Si bien es cierto que sería la primera vez que una mujer llegaría al puesto más importante del país, eso no quiere decir que su manera de gobernar será diferente o que se desentenderá de la lógica patriarcal. Menciona también que, aunque la historia nos ha regalado líderes con perspectiva de género e innovadoras maneras de gobernar, como Jacinda Ardern en Nueva Zelanda, también nos ha dado a mujeres como Margaret Thatcher en el Reino Unido o Rosario Murillo en Nicaragua.
El cine es una de las artes con más relevancia en el mundo actual; en él se suelen mezclar las fantasías con la realidad, siempre buscando que el espectador experimente la historia como suya. Para lograr esto es necesario una buena actuación, música adecuada, escenografías de calidad, etc., pero, de lo que casi no se habla y es igual de necesario que los demás elementos, es la paleta de colores; selección que debe ser tomada no solo en la estética de la película, sino en la psicología del color y lo que representa cada tono para la persona.
En la realidad social en la que vivimos se tiene una aversión a lo anormal y todo lo que no sigue la norma. La “locura” es condenada a unos cuantos y se vive bajo la indiferencia y el rechazo común. En cambio, en el arte sucede un fenómeno totalmente distinto, puesto que la “locura” es aceptada e idealizada. Entre más melodramática sea la obra, mayor será el furor por ella. ¿A qué se deben estos fenómenos?
Una parte fundamental de conocer nuestro lugar dentro del sistema capitalista, racista, patriarcal y ecocida en el que vivimos es leer teoría. Sin embargo, creo que existe algo más importante que la teoría nos puede dejar más allá de citar palabras de memoria: el pensamiento crítico y el cuestionamiento.
Derivado de las innovaciones tecnológicas, la sociedad actual atraviesa una transformación en los esquemas que rigen a nuestra sociedad, en donde el sistema financiero no ha sido la excepción. Actualmente, a través del Blockchain es posible hablar de dinero digital que traerá consigo mayor eficiencia y seguridad en las transacciones. Esta tecnología sigue perfeccionándose, pero no cabe duda que pronto será parte de nuestra realidad y tanto México como el mundo tendrá que afrontar los retos que conlleva la evolución.
Esto es lo que escribe Silvia Federici en su ensayo Women, Globalization and the International Women’s Movement (2001) y propone que, en realidad, no sabemos cuáles son los factores que provocan el deterioro tan drástico de la vida de las mujeres. Porque se puede ver cómo las mujeres cargan con un “costo desproporcionado”, pero según Federici, esto siempre se les atribuye a las razones incorrectas. (p. 1026)
Se acerca un año muy importante, extenso y vasto en temas electorales y lleno de debates sin sentido, de peleas con amigos y familia y de promesas y personajes de la política. Se prevé que en estos días inicie el proceso electoral federal 2023-2024. De acuerdo con la consejera presidenta del Instituto Nacional Electoral, Guadalupe Taddei, éste iniciará el 4 de septiembre.
En un planeta en constante movimiento, donde las fronteras se desdibujan y las culturas se entrelazan, las historias de migrantes se convierten en narrativas centrales de nuestro tiempo. Sin embargo, hay una voz que, a menudo, queda opacada en medio de este coro: la de las mujeres migrantes. Detrás de las estadísticas y titulares, se oculta una dura realidad que enfrentan, una vulnerabilidad intrínseca que merece atención y acción.
Desde principios de este año, el tema que ha estado en boca de todas las personas es quién será aquél que logre ocupar la presidencia del 2024 al 2030. A este cargo aspiran 7 personas, quienes desde 2018 han ocupado diversos cargos. Cuatro de ellos fueron legisladores: Ricardo Monreal, Manuel Velasco, Gerardo Fernández Noroña y Yeidckol Polevnsky (a quien se le negó el registro, pero deberemos atender a su impugnación); dos, titulares del ejecutivo estatal: Claudia Sheimbaum y Adan Augusto López, y dos más, miembros del gabinete presidencial: Marcelo Ebrard y, nuevamente, Adan Augusto.
Ser feministas, antipatriarcales, antirracistas o luchar por la justicia de cualquier forma y desde cualquier escenario es una tarea que nunca acaba. Significa cuestionar todo (o intentarlo), buscar aprender de todo, analizar todo y buscar que en tus acciones se reflejen esos valores y cuestionamientos. Sin embargo, también es desgastante. Ver cómo el mundo es un basurero y al mismo tiempo un lugar precioso es frustrante. Hacer algo que vaya en contra de los valores que persigo es frustrante.
Sigamos alzando la voz, sí habemos quienes les acompañaremos y la alzaremos con ustedes. Espero que reparen los daños causados por la administración y que esta cumpla con lo que se pide, que es lo justo y lo que nos corresponde a todes.