- Maria Gómez Zamora
La elección de carrera, maestría o área de interés es casi siempre complicada; quizá no has considerado la economía porque no sabes muy bien de qué se trata, yo tampoco lo sabía cuando comencé la carrera. Puede ser confuso porque la economía se ha transformado a lo largo del tiempo tanto en su enfoque como en su metodología. Esta trayectoria la han acompañado personajes populares como Adam Smith o David Ricardo y otros que quizá no hayas escuchado antes cómo Walras y Jevons. El objetivo de esta carta es acompañarte en comparar, contrastar y analizar algunos de los factores que conforman esta ciencia social.
El inicio. La teoría económica clásica
En primer semestre lxs maestros presentan una definición de lo que es la economía, a nosotrxs nos dijeron: ‘… es la ciencia social que estudia la toma de decisiones por parte de agentes económicos en escasez… ’, cómo habrás notado, es bastante concisa pero no es tan sencillo comprender a qué se refiere. Por lo mismo, me gustaría regresar un par de siglos en la historia para descifrar que ha estudiado y cómo lo ha hecho esta ciencia social.
Adam Smith, el referente más reconocido de la economía clásica, en su trabajo más famoso llamado “Una Investigación sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones”, (2010) narra de forma accesible las condiciones de producción de la Inglaterra de 1770. Otra de las partes más importantes de la obra de Smith es su propia teoría del valor. Al igual que él, sus sucesores: Ricardo (2010) y Marx (2008), coincidían en la importancia de encontrar lo que Marx llamaría “sustancia generadora de valor”. La teoría clásica orbita alrededor del valor, de dónde proviene y qué lo genera, con algunas discrepancias, la teoría económica clásica consigue concluir que el trabajo genera valor.
Hoy parece que las matemáticas son imprescindibles en el estudio de la economía, pero no siempre fue así. Para los clásicos, los números facilitaban el expresar ciertas ideas, sin embargo, no requerían herramientas más complejas que un poco de aritmética.
¿Entre los clásicos y hoy hay mucha diferencia?
Ahora te preguntarás si casi 250 años después, lxs economistas ya conseguimos una definición de valor que deje de quitarnos el sueño, y aunque parecería que las respuestas que proponían los clásicos no han perdido del todo su validez; hay algo que sí ha cambiado y son las preguntas que nos hacemos lxs economistas.
Es difícil encontrar una relación entre los Principios de Economía Política y Tributación de David Ricardo y la bibliografía que nos dan en la primera materia de microeconomía; donde encontrarás rápidamente conceptos, ecuaciones, gráficas, derivadas y funciones, parecerá que toda esta información siempre ha estado ahí y no reconoce el carácter histórico de la teoría.
Probablemente antes de comenzar a leer esta carta no habías escuchado los nombres Walras y Jevons, incluso algunxs economistas pasamos varios semestres sin saber que habían existido, sin embargo, las características de la economía, no serían las que son sin lo que conocemos como revolución marginalista.
La revolución marginalista y la transformación de la economía
Qué es la economía y cómo debe estudiarse para los marginalistas rompe con el paradigma sobre el cual se había construido esta ciencia social por sus antecesores.
Jevons (2013) en “La Teoría de la Economía Política” publicada 95 años después de “La Riqueza de las Naciones” habla de la importancia de que la economía parta de una ‘correcta teoría del consumo’. Esto es relevante porque los procesos que estudia la economía están relacionados con: i) producción, ii) distribución y iii) consumo, los clásicos como vimos en su propio apartado se enfocaron en la producción.
Los marginalistas darán vuelta a la moneda (parecerá por un momento que es otra moneda) y basarán la teoría en el consumo, llegando así a la segunda gran y transformadora diferencia: la subjetividad del valor.
Para esta generación de economistas el valor es la utilidad y se manifiesta en el consumo. La utilidad o placer que te proporciona un objeto es subjetiva, no únicamente si a ti te gustan menos los chocolates que a tu hermana la utilidad será mayor para ella, también será mayor la utilidad del primer chocolate que coma que la utilidad del chocolate número veinticinco. La utilidad corresponde a un tiempo determinado y es afectada por su intensidad, duración, certidumbre y cercanía (Jevons, 2013).
Analizar la realidad como subjetiva y reconocer la importancia de la última unidad consumida le da nombre a la revolución ‘marginalista’. El margen es clave para replantear la forma en la que nos aproximamos a la realidad y su relación con las matemáticas, Jevons y Walras utilizan de forma explícita herramientas del cálculo diferencial e integral.
La revolución marginalista contrasta de manera significativa con los clásicos y aunque en sus textos no se refieren y refutan entre sí, las teorías parecen incompatibles.
2 caras de la misma moneda
Han transcurrido más de cien años después de la revolución marginalista en la segunda mitad del siglo XIX y la economía ha mantenido su constante estado de transformación, gran parte influenciada por los eventos que tuvieron lugar en el siglo XX: la revolución rusa, la gran depresión, ambas guerras mundiales y algunos otros que podrás imaginarte. Sin embargo, a finales del S. XIX entró en el escenario uno de los economistas más importantes: Alfred Marshall. Los aportes de Marshall son imprescindibles ya que consiguió además de profesionalizar la economía (Roncaglia, 2006), sintetizar el equilibrio retomando tanto a los marginalistas como a los clásicos.
Profesionalizar la economía significó separarla del resto de las ciencias sociales. A la distancia parece que desde Adam Smith, la economía ya era tan estructurada como lo es ahora, cuando ya tiene su propio plan de estudios en diversas universidades, pero no era así (Roncaglia, 2006).
Durante el siglo XX se incorporaron a la lista de economistas más reconocixs: Keynes, Fredman, Hayek, que partiendo del camino ya trazado continuaron preguntándose y no siempre, incluso pocas veces, estuvieron de acuerdo.
Quizá hayas notado que los teóricos mencionados han sido todos hombres, la economía tiene también economistas mujeres que han transformado el pensamiento como Rosa Luxemburgo o en los últimos años Eleanor Ostrom, de igual manera ha sido una ciencia social históricamente masculinizada por lo mismo es necesario nombrar la falta de reconocimiento y perspectivas feminizadas en esta ciencia social.
¿Y ahora de qué va?
Ya conoces la definición de economía y un poco de su historia, pero me gustaría retomar un par de ideas para despedirme y cerrar esta carta. Lxs economistas del siglo XVIII, XIX o XX no son tan distintos entre sí ni a nosotrxs lxs (futurxs) economistas del siglo XXI. Compartimos la búsqueda por comprender la realidad y la forma en la que los seres humanos reproducen la vida. La teoría del valor o la ley de oferta y demanda son únicamente herramientas que nos permiten ponernos unos lentes con los que analizamos la realidad.
El análisis de la realidad de un economista busca, entre muchas cosas más, minimizar los costos, solucionar problemas, reconocer externalidades y maximizar la utilidad. Los lentes de economista son muy poderosos porque permiten sustentar y argumentar decisiones con impacto. Así que, por último, si decides emprender este camino, no olvides que la economía y la realidad no son estáticas, siempre podemos encaminar esta ciencia social y el mundo a uno mejor.
Bibliografía
1. Jevons, William Stanley. (2013). The Theory of Political Economy, Londres: Palgrave Macmillan.
2. Marx, Karl. (2008). El Capital, México: Siglo XXI Editores.
3. Ricardo, David. (2010). Principios de economía política y tributación, México: FCE.
4. Roncaglia, Alessandro. (2006). La riqueza de las ideas: una historia del pensamiento económico, España: Prensas Univeritarias de Zaragoza.
5. Smith, Adam. (2010) Investigación sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones, México: FCE.
6. Varian, H. R., Rabasco, M. E., & Toharia, L. (1993). Microeconomía intermedia: Un enfoque moderno. Barcelona: Antoni Bosch.
7. Walras, Leon. (2010). Elements of pure economics, Oxon: Routledge.