- Natalia Sánchez Martínez
La municipalización del transporte público es clave para garantizar movilidad digna, reducir desigualdades y fomentar ciudades sostenibles al devolver el control a las comunidades. En este artículo, se exploran los desafíos del sistema de transporte en México, los impactos sociales y ambientales de su ineficiencia y cómo la municipalización puede ser una solución viable y transformadora.
El transporte público en México enfrenta una crisis estructural que afecta directamente la calidad de vida de millones de personas. La ineficiencia del servicio, la falta de cobertura y la obsolescencia de las unidades perpetúan desigualdades sociales y marginan a amplios sectores de la población. Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), los usuarios del transporte público pierden en promedio 118 horas anuales debido al tráfico. Esta situación no solo incrementa los costos de movilidad, sino que también limita las oportunidades de desarrollo económico y social.
El desarrollo urbano en el país ha favorecido el uso del automóvil privado, agravando el tráfico, incrementando la contaminación y deteriorando la calidad de vida. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del aire genera 20 mil 500 muertes prematuras al año en México, además de causar enfermedades respiratorias que afectan especialmente a personas de entre 25 y 44 años. Además, el sector del transporte es responsable del 34 por ciento de las emisiones totales de gases contaminantes en el país, con el autotransporte generando el 97.4 por ciento de las emisiones de CO2, metano y carbono negro. Estas cifras evidencian la urgente necesidad de reorientar las políticas de movilidad hacia sistemas de transporte público sostenibles.
El estado del transporte público en México dista enormemente del mandato impuesto por el artículo 4° constitucional de establecer las condiciones esenciales para un derecho humano a la movilidad caracterizado por la seguridad, accesibilidad y sostenibilidad. Para garantizar este derecho de manera efectiva, es crucial superar el modelo actual, marcado por intereses privados y falta de coordinación entre niveles de gobierno. Actualmente, el transporte público opera bajo un esquema en el que predominan concesiones otorgadas a empresas privadas o a pequeños propietarios, lo que genera una fragmentación del servicio y dificulta su regulación. Además, la movilidad es una facultad concurrente entre los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal), lo que provoca una falta de claridad en las responsabilidades y competencias, resultando en políticas desarticuladas y esfuerzos aislados. La municipalización del transporte público implicaría un reajuste de esta concurrencia, transfiriendo facultades específicas al municipio para que pueda asumir un control directo y planificar de manera integral el sistema de transporte, priorizando las necesidades colectivas y permitiendo una planificación integral que promueva la seguridad vial, la accesibilidad y la sostenibilidad ambiental.
Los municipios, por su cercanía con la ciudadanía, están mejor posicionados para identificar las necesidades específicas de movilidad en sus comunidades. Este modelo permite una mejor planificación y una mayor agilidad para atender las demandas de los usuarios, fortaleciendo el derecho a una movilidad digna y eficiente. Sin embargo, para que esta reforma sea efectiva, debe acompañarse de una adecuada asignación presupuestaria, capacitación técnica y mecanismos de transparencia y participación ciudadana, como consejos ciudadanos o auditorías públicas.
Ciudades como Monterrey y Ciudad de México han demostrado que es posible mejorar la movilidad mediante sistemas de transporte público eficientes y sostenibles. Por ejemplo, la introducción de autobuses eléctricos y la ampliación de rutas han reducido la huella de carbono y mejorado la calidad del servicio. Estas estrategias pueden adaptarse a otras localidades con el apoyo técnico y financiero necesario.
Además, la municipalización puede ser un catalizador para avanzar hacia la sostenibilidad y combatir el cambio climático. Aunque la adopción de tecnologías limpias como autobuses eléctricos no es una consecuencia directa de la municipalización, este modelo ofrece una plataforma para priorizar acciones que enfaticen la sostenibilidad. Al integrar tecnologías limpias en el transporte público municipalizado, se pueden reducir las emisiones de carbono y fomentar una movilidad más equitativa, asegurando que las comunidades marginadas tengan acceso a servicios de calidad.
La municipalización del transporte público no es solo una opción, sino una necesidad urgente para garantizar justicia social, combatir el cambio climático y mejorar la calidad de vida en las ciudades mexicanas. Este modelo ofrece una oportunidad única para devolver el control de la movilidad a las comunidades, promoviendo sistemas de transporte accesibles, eficientes y sostenibles. Con voluntad política, transparencia y participación ciudadana, es posible transformar el transporte público en un motor de equidad y desarrollo urbano sostenible. Es hora de actuar para construir ciudades más justas y habitables para todos.
Referencias
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. [CPEUM]. Art. 4. 1917 (México).
IMCO Staff. (12 de septiembre de 2019). El costo de la congestión: vida y recursos perdidos. Centro de Investigación en Política Pública. https://imco.org.mx/costo-la-congestion-vida-recursos-perdidos/
Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático. (2022). Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero. Gobierno de México. https://www.gob.mx/inecc/acciones-y-programas/inventario-nacional-de-emisiones-de-gases-y-compuestos-de-efecto-invernadero
Tapia Sandoval, Anayeli. (23 de febrero de 2024). ¿Cuántas personas mueren al año en México por enfermedades asociadas a la mala calidad del aire?. Infobae. https://www.infobae.com/mexico/2024/02/23/cuantas-personas-mueren-al-ano-en-mexico-por-enfermedades-asociadas-a-la-mala-calidad-del-aire/#:~:text=De%20acuerdo%20con%20datos%20de,a%20contaminantes%20del%20aire%20exterior