- Ignacio Larracilla
Muchas veces, cuando leemos acerca de pobreza o vemos fotos de personas en situaciones vulnerables, las primeras imágenes que aparecen son de mujeres.
Las imágenes de mujeres que aprietan a sus hijos entre los escombros de lo que alguna vez fueran sus hogares, o que luchan por rehacer su vida bajo las carpas de campos de refugiados, o que trabajan en lugares de trabajo esclavizantes, o burdeles, o como empleadas domésticas en países extranjeros, han sido por años materia prima de los noticieros.1 (p. 1025)
Esto es lo que escribe Silvia Federici en su ensayo Women, Globalization and the International Women’s Movement (2001) y propone que, en realidad, no sabemos cuáles son los factores que provocan el deterioro tan drástico de la vida de las mujeres. Porque se puede ver cómo las mujeres cargan con un “costo desproporcionado”, pero según Federici, esto siempre se les atribuye a las razones incorrectas. (p. 1026)
Para la autora, la globalización es la causa principal, “esto no porque sea dirigida por agencias con predominio masculino, inconscientes de las necesidades de las mujeres, sino por los objetivos a los que dirige.” (p. Ibid) Estos buscan darle control total de la actividad humana y de los recursos naturales al sistema capitalista. En otras palabras, buscan “expropiar a los trabajadores de todo medio de subsistencia que pueda habilitarlos para resistir a una explotación más intensa.” (p. Ibid)
Es así cómo las mujeres, principales protagonistas de las actividades de la reproducción social, son atacadas sistémicamente. También, son las mujeres quienes son culpables de los dos mayores delitos que la globalización busca erradicar: son las mujeres quienes buscan “valorizar” el trabajo de las infancias y comunidades, y son ellas las principales partidarias del uso no capitalista de los recursos naturales. (pp. 1026, 1027)
Es así como Federici declara la globalización—en todas sus formas—una guerra en contra de las mujeres. Una guerra que particularmente ataca a las mujeres del sur global y que debe de lucharse forzosamente si buscamos mejorar sus posiciones económicas y sociales. (p. 1027)
Si buscamos empoderar a las mujeres a través de reformar el sistema actual o modificarlo a través de “perspectivas de género” solamente podremos encontrar fracaso y dará pie para que estas luchas sean cooptadas y resignificadas a favor de una agenda capitalista y neoliberal. (p. Ibid.)
Cita
1. Todas las traducciones están hechas por Ricardo Rodríguez Durán en el libro La revolución feminista inacabada. Mujeres, reproducción social y lucha por lo común (2019).
Bibliografía
1. Federici, S., La revolución feminista inacabada. Mujeres, reproducción social y lucha por lo común, Estado de México, Libertad bajo palabra, 2019.
2. Federici, S., Women, Globalization and the International Women’s Movement, Canadian Journal of Development Studies, 22:4, 1025-1036.