- Alexa Valls
- Arlette García
- Sofía De La Paz
- Giovanna Montes
En los últimos meses hemos escuchado diferentes posturas a favor o en contra del lenguaje inclusivo ya que ha tomado fuerte auge en las redes sociales, donde se viraliza un comentario, un video o un post cuestionando, ya sea negando o favoreciendo el lenguaje inclusivo. En La Pregonera, creemos en la inclusión hacia nuevas formas de comunicarnos, de pensar y socializar. De tal modo, te dejamos nuestra postura con el objetivo de cuestionarnos, debatir y prestar consciencia aquello de lo que todas, todos y todes hablamos.
Primero que nada, el Lenguaje Inclusivo surge a partir de la necesidad de comunicarse mediante un lenguaje libre de palabras, frases o tonos que reflejan visiones prejuiciosas y estereotipadas (Martínez, 2019). Pero sobre todo, el lenguaje inclusivo busca nombrar a las mujeres y las identidades de género que han sido desplazadas y oprimidas históricamente para visibilizar el problema social que actualmente existe en nuestra sociedad y así promover la inclusión de estos grupos en situación de vulnerabilidad para garantizar el acceso a igualdad de oportunidades (CNDH, 2020; Carreño, 2020).
Sin embargo, se han observado polaridades de opiniones en torno al lenguaje inclusivo. Por un lado, las personas en contra del uso de lenguaje inclusivo argumentan que lenguaje y pensamiento se encuentran separados, por lo que uno no determina el otro (Gil, 2020). Por otro lado, las personas en favor y uso de lenguaje inclusivo han considerado que el lenguaje es el potenciador que posibilita realidades (Scotto & Pérez, 2020), incluso Butler afirma a través de la performatividad la agencia que tiene la persona a través del lenguaje para encarnar lo que habla y liberar su ser (Rozas, 2016). Además, en dado caso que el lenguaje no determinara nuestra realidad social, la manipulación de éste puede generar las discusiones y reflexiones necesarias para hacer visible el problema y comenzar a transformar la sociedad actual (Martínez, 2019).
Sumado a esto, se ha defendido a capa y espada el uso del masculino genérico – es decir, usar el masculino para referirse a todas las personas – se han realizado algunos estudios acerca de los efectos de ambos usos en los cuales se ha visto que cuando se utiliza el masculino genérico la mayoría de las personas lo relaciona a hombres o características masculinas, al contrario del uso del Lenguaje Inclusivo, donde las personas por lo general refieren identidades más diversas (Pesce & Etchezahar, 2019; Scotto & Pérez, 2020). Esto nos dice que realmente la manera en que hablamos determina la manera en la que percibimos el mundo, e incluso, las actitudes que, al menos en este caso, tenemos sobre una perspectiva fuera de la heteronorma patriarcal.
Hasta este momento, vamos comprendiendo las cuestiones que aborda esta herramienta de inclusión. Ahora, no somos quien para decirlo ni tú para saberlo, pero con el objetivo de reforzar los ideales de la paz en todas las naciones y pueblos del mundo, se conmemora el Mes de la Paz en septiembre. Detengámonos un momento: para esto ¿qué es la paz? Según la RAE (2014) – valga la ironía -, la paz es relación de armonía entre dos personas, sin enfrentamientos ni conflictos. Es la búsqueda persistente de justicia social y es inevitable en nuestra sociedad – como lo es la lucha por la equidad de género – de tal modo que ignorar esta situación es negar que existen situaciones sociales que ocasionan desigualdades, exclusión y violencia a mujeres y la comunidad LGBT+. Así mismo, La paz no es solamente el antónimo del conflicto, sino que también se trata de aceptar diferentes formas de pensar, de vivir, de identificarse, de ser; es ser capaz de reconocer estas diferencias y respetarlas para lograr desarrollar sociedades pacíficas, respetuosas, inclusivas y sin violencia. En fin, respetar la diversidad humana. Pero, ¿hasta qué punto estamos atentando contra la paz como sociedad?
La normalización de constantes amenazas y agresiones respecto a las personas no binarias nos ha llevado a niveles de denigración y violencia indignantes. La lucha por la visibilidad y el respeto hacia los pronombres no ha sido un camino sencillo, la poca sensibilidad y burla sobre estos temas que jamás se habían tocado en la historia nos habla sobre una sociedad creada desde la heteronorma y que en la actualidad se rehúsa a expandir sus horizontes a pesar de lo retrógrada que parezca. Y si bien la RAE y puristas del lenguaje tienen sus argumentos para rechazar el lenguaje inclusivo (Moretti, 2018), aquí nos cuestionamos ¿la razón será realmente gramatical o más bien política?.
Con esto, consideramos que el lenguaje es clave en la equidad. El Lenguaje Inclusivo no es destrucción, sino construcción (VOGUE, 2021). Por primera vez se ha alzado la voz a experiencias que siempre han permanecido invisibilizadas y ahora el objetivo es brindar espacios para el desarrollo personal que antes nunca hubiesen salido de las sombras, siendo opacadas por la esfera pública cisheteroblanca. Todas, todos y todes tienen derecho a exigir por sobre la falsa calamidad de una “falta ortográfica” una total consideración por su sentir. Si bien podemos no estar de acuerdo en el uso de la -e, se puede utilizar el Lenguaje Inclusivo a través de sustantivos neutros y colectivos (como profesorado o población) o simplemente refiriéndonos a todas las personas. Siendo aceptadas estas formas por la Real Academia Española, nada es excusa para no ser inclusives.
Referencias
- Anónimo. (s.f). 20 de febrero: Día Mundial de la Justicia Social (ONU). 09/09/21, de Unidad de Genero SEFIPLAN Sitio web: http://unidaddegenero.sefiplan.gob.mx/2019/01/20-de-febrero-dia-mundial-de-la-justicia-social-onu/
- Anónimo. (2018). La necesidad de la justicia social. 09/09/21, de Organización Internacional del Trabajo Sitio web: https://www.ilo.org/global/standards/introduction-to-international-labour-standards/need-for-social-justice/lang–es/index.htm
- Carreño, S. (2020). ¿Por qué utilizar lenguaje inclusivo? Una perspectiva fenomenológica. Revista Nomadías, 29, 237-255.
- CNDH. (2020). Política de Igualdad de Género, No Discriminación, Inclusión, Diversidad y Acceso a una Vida Libre de Violencia. México: UIG.
- Fernandez A.M . (2008). El derecho a la paz por una sociedad sin violencia. 09/09/21, de SciElo Sitio web: http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-62682008000300001
- Gil, J. (2020). Las paradojas excluyentes del “Lenguaje Inclusivo”: sobre el uso planificado del morfema flexivo -e . Revista Española de Lingüística, 50(1), 65-84.
- Martínez, A. (2019). La cultura como motivadora de sintaxis. El Lenguaje Inclusivo. Cuadernos de la AFAL, 11 (2), 186-198.
- Moretti, J. (2018). La RAE y el rechazo al lenguaje inclusivo. Letras, 7, 25-31.
- RAE. (2014). Paz. 9/09/2021, de Real Academia Española Sitio web: https://dle.rae.es/paz?m=form
- Rozas, S. (2016). Lenguaje y performatividad. Psicología, Conocimiento y Sociedad, 6(2). 2021, Septiembre 6, De SciELO Base de datos. http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-70262016000200015
- Scotto, S. & Pérez, D. (2020). Relatividad lingüística, gramáticas de género y lenguaje inclusivo: algunas consideraciones. Análisis Filosófico, 40(1),5-39.[fecha de Consulta 6 de Septiembre de 2021]. ISSN: 0326-1301. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=340063001002
- VOGUE. (2021). Elle, elles. Las personas de género no binario no van a permitir que las ignores más. Elle, elles. https://www.vogue.es/living/articulos/personas-no-binarias-lenguaje-escritura-noah-carlos-marieke-lucas-sara-ramirez-asia-kate-dillon