- Emilio Cruz López
La guerra en Ucrania ha evidenciado cómo las redes sociales pueden fungir como fuente de desinformación en los conflictos, de incitación a la violencia e incluso causa de atrocidades masivas. No es un fenómeno nuevo, ya que desde Etiopía hasta Myanmar, cuando estas atrocidades sucedieron en el Sur Global, gran parte del mundo miró hacia otro lado, con poca o nula preocupación. Sin embargo, la guerra en Ucrania es un suceso que evidenció que son eventos que no se pueden ignorar. Occidente finalmente se ha dado cuenta de cómo las redes sociales se utilizan como armas en el conflicto, y cómo los soldados que apoyan a uno u otro bando no solamente están en el terreno: pueden estar a miles de kilómetros. Se necesita una organización internacional con determinación para marcar la diferencia.
Meta, la empresa que le da vida a Facebook, hizo un cambio controvertido en su política de incitación al odio, lo cual no levantó suficientes miradas. Una nueva configuración está permitiendo publicaciones que normalmente violarían sus reglas, incluidas llamadas a la violencia, como “muerte a los invasores rusos”. Polonia, Lituania, Estonia y Letonia enviaron una súplica a los ejecutivos de Google, Twitter y Facebook exigiendo que censuren y eliminen las cuentas que justifican la guerra o alaban los crímenes de guerra, muchas de las cuales provienen de Rusia (Aljazeera 2022).
Esto puede parecer sorprendente. Sin embargo, esto está lejos de ser la primera vez que surgen tales problemas. En 2018, una misión de investigación de las Naciones Unidas descubrió que las redes sociales, en particular Facebook, habían tenido un “papel determinante” en el genocidio de Myanmar (Reuters 2018). Los problemas de censura, discurso de odio en línea y desinformación durante los conflictos son una gran preocupación debido a su potencial para exacerbar la violencia y socavar otros mecanismos democráticos como la integridad electoral.
La difusión de violencia en medios de comunicación no es un fenómeno reciente. Tal es el caso del Genocidio de Ruanda, en el que se utilizó la Radio Télévision Libre des Mille Collines para difundir mensajes con incitación al genocidio. En el presente no solamente se han intensificado en los medios de comunicación, ahora todas las personas pueden tener acceso a redes sociales.
El cómo y cuándo responden las empresas de redes sociales ha sido un debate reciente, poco abordado y muchas veces pasado por alto, particularmente en países que están más allá de sus mercados prioritarios. Los estándares de la comunidad en línea no existen en muchos idiomas no anglosajones y las empresas de redes sociales han tardado en adaptar sus plataformas. Igualmente, muchos gobiernos del mundo no tienen la capacidad ni las herramientas para poder atender este tipo de asuntos, particularmente porque se cree que hay temas más apremiantes que solucionar las problemáticas de Derechos Humanos en línea.
Lamentablemente, la situación en Ucrania ha evidenciado una vez más el desequilibrio de poder económico entre las naciones del Sur Global y la nula importancia que le dan estas empresas de redes sociales al discurso de odio o las campañas de desinformación en estos países.
¿Una nueva organización?
Dado que una mayor auto moderación por parte de las grandes corporaciones sigue siendo una perspectiva lejana, los mecanismos legales y de regulación en esta materia apenas están asentándose Es por eso que es el momento más oportuno para una organización que opere dentro de un marco de Derechos Humanos e idealmente basado en la ONU, ya que son sucesos que aquejan a toda la comunidad internacional. Sin embargo, tampoco se debería descartar la creación de nuevos paneles en las regiones. Por ejemplo, es urgente que la Unión Africana atienda esta problemática con asesoramiento de la misión previa de Naciones Unidas, puesto que es viable la creación de un orden legal en esta materia en la región. Al final, la principal función de las organizaciones internacionales de esta índole es la creación del espacio suficiente para la discusión de temas cruciales involucrando a todos los actores partícipes. Esta es la manera más efectiva de abordar la problemática del discurso de odio y la desinformación en línea en tiempos de guerra y conflicto.
Una nueva organización podría establecer pautas para las intervenciones de información en conflictos violentos y recomendar qué acciones podrían tomar ciertos actores y actuaría como un pilar de apoyo para las empresas de redes sociales, con el fin de cumplir con estándares específicos en tiempos de conflicto (Eidinburg, University Press 2020).
También es fundamental que este nuevo organismo tenga la capacidad legal de emprender investigaciones independientes, similar al trabajo que desempeña el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Sería poco plausible pensar en un organismo que interprete el derecho internacional o que resuelva disputas sobre esta materia, y es que esto es quizás uno de los esfuerzos de cooperación multilateral que más trabajo ha costado históricamente para los Estados.
De igual forma, se debe pensar en que los actores que participen en este organismo no sean únicamente los gobiernos del mundo. Es crucial que las empresas de redes sociales, personas expertas en la materia, así como también enviados especiales en las zonas de conflicto tengan un papel. La responsabilidad de solucionar estos problemas no se puede dejar exclusivamente a las empresas que están haciendo poco, ni en los gobiernos que están cada vez más inclinados a imponer cierres generales de Internet. Se requiere una respuesta global basada en las normas internacionales de Derechos Humanos.
Bibliografía
– Eidinburg, University Press. 2020. Forging Peace Intervention, Human Rights and the Management of Media Space . Último acceso: 18 de Marzo de 2022. https://edinburghuniversitypress.com/book-forging-peace.html.
– Aljazeera. 2022. Facebook allows posts urging violence against invading Russians. 11 de March. Último acceso: 18 de marzo de 2022. https://www.aljazeera.com/news/2022/3/11/facebook-allows-posts-urging-violence-against-russian-invaders.
– Reuters. 2018. U.N. investigators cite Facebook role in Myanmar crisis . 12 de March. Último acceso: 18 de marzo de 2022. https://www.reuters.com/article/us-myanmar-rohingya-facebook-idUSKCN1GO2PN.
– Internet Policy Review. 2021. Information interventions and social media . 30 de June. Último acceso: 18 de marzo de 2022. https://policyreview.info/articles/analysis/information-interventions-and-social-media.